Como es tradicional, la tarde del 4 de febrero, víspera de Santa Águeda, los tradicionales coros saldrán por los diferentes barrios cantando en honor a dicha Santa, acompañando su cántico con golpes de varas y bastones.
Esta tradición de golpear al tierra rítmicamente, está relacionada con ritos precristianos que buscaban el «despertar» de la misma después del invierno.
Santa Agueda fué mártir en el siglo III. La tradición cuenta que se resistió a las pretensiones y deseos del emperador Quinciano y, por ello, fue condenada a morir el 5 de febrero del año 252.
En Álava esta Santa fue acogida como patrona de los mozos -por “mozos” se solía entender a los jóvenes solteros de la localidad-. Era la fiesta de los mozos. Estos jóvenes se agrupaban e iban de puerta en puerta recogiendo dinero o diferentes viandas para realizar una comida o merienda.
La Tradición
Coro, mozos, canción, kaikus, bufandas, txapelas, abarcas, farol, palos, cestas, chorizo, huevos…, dinero, cena, merienda, juerga, etc. Todos y cada uno de estos elementos contribuyen a crear la fiesta.
El uso de los palos o makilas puede deberse a la necesidad de apoyarse que tenían los mozos cuando iban a oscuras de caserío en caserío. Además, se utilizaba como bastón de ritmo de acompañamiento a la canción y, como decíamos anteriormente, también podría tratarse de un rito ancestral que pretendiera «despertar a la tierra» de su letrago invernal.
Existen varias melodías propias de Santa Agueda.
Cada una de ellas tiene más de una letra, y estas son aplicables a
su vez a varias melodías. Se interpretan siempre dependiendo del entorno.
La más usual en casi todos los lugares de Alava en la actualidad el siguiente
estribillo que transcribimos literalmente.
«Aintzaldun daigun Agate Deuna
biar da ba Deun Agate.
Etxe onetan zorion utza
betiko eusko aldabe.»
En la actualidad, son grupos de toda clase de edades, las escuelas y colegios suelen realizar sus salidas, que recogen dinero para diversas finalidades.
